miércoles, 30 de agosto de 2017

Carol

Tu significas la mayoría de las cosas que soy.
Representas mis debilidades, mis miedos, mi inestabilidad, mi fortaleza, mi seguridad.
Eres todo lo que necesito en mi vida, lo que me da miedo a perder. Eres todo lo que perdí.
Eras aquello que me hacía soñar y me traía a la realidad.
Eras esos buenos días que necesitaba al empezar mi día y esas buenas noches para dormir en paz.
Eras lo inalcanzable.
Eras la bofetada para reaccionar, la caricia para olvidar.
Podría pasarme la vida explicando lo que significas para mi. Podría pasarme la vida lamentando el porque te perdí.
He de agradecer que hoy estoy aquí por ti, porque si no fuera por ti, hubiera caído. Hoy sigo de pie porque te lo debo a ti, porque debo demostrarte que puedo y debo.
No se dónde estarás, no se si te acordarás de mí pero por lo menos, de mi parte, no hay día que no pase en el que no le agradezca a la vida por haberte puesto en mi camino.
Siempre tuyo.

jueves, 24 de agosto de 2017

Sensaciones.

Me gusta la imagen que tengo frente a mi, esa en la que estás sentado sobre mi, con las manos sobre mi pecho y las mías en tu cintura. Cierro los ojos y puedo sentir el ritmo de la canción que suena a lo lejos, de fondo. Puedo imaginar como la melodía se mueve lentamente, gira a mi alrededor y me habla suave al oído.
Por encima de la canción logro escuchar murmullos, una respiración agitada y si me concentro bien el latir acelerado de un corazón.
Tu suave piel se comienza a humedecer como si de llovizna se tratara. Deseo acariciar cada centímetro, sentir el calor que emana de ella.
Siento como el aire en mis pulmones se agolpa para poder salir, como infla y desinfla mi pecho.
Como tu interior me presiona pero no hay dolor, al contrario, me gusta y deseo más.
Cuando te abrazo y nuestros mundos chocan, y sentimos como vamos a explotar, juntos.
La atmósfera de la habitación se vuelve pesada, calurosa y nuestros cabellos se pegan levemente en nuestras frentes. Veo tus ojos mirando los míos y me pierdo en ellos, y no deseo irme.
Cuando abro los ojos la noche ya se hizo presente, veo como duermes boca abajo y me encanta ver esa suave linea en tu espalda, como si de un río seco se tratara .
Beso tu cuello para volver a cerrar los párpados sabiendo que este es el lugar donde pertenezco.