martes, 9 de agosto de 2016
No se que nombre ponerle.
jueves, 2 de junio de 2016
Sentir.
Tapare mis oídos al mundo y dejaré que tu voz me inunde. Que tu risa sea mi guía y tu sonrisa mi brújula.
Creo que siempre te hago perder el tiempo con mis cursilerías pero es mi manera de expresar lo que siento.
(Y luego de eso, también)
sábado, 28 de mayo de 2016
Infierno
No logro entender mucho de lo que pasa a mi alrededor pero realmente me gusta la sensación del roce de la alfombra en mis pies.
¿Donde estoy? No lo se, perdido en un largo pasillo de paredes rojas y doradas. Los cuadros colgados en la pared se encuentran vacíos pero al caminar siento que la nada misma dentro de ellos me vigila. Al final del camino se encuentra una enorme puerta de madera, las voces se agolpan para salir y son indescifrables. Por cada paso que doy hacia esta entrada siento el calor en mi cuerpo, la camisa que llevo puesta se siente pesada y el sudor se agolpa en ella. El jean que llevo aumenta su peso, las voces siguen sin entenderse a pesar de que ya este rozando con las yemas de mis dedos su madera.
Lleva unos relieves leves que dibujan una mujer desnuda, la observo embobado hasta que sus ojos se posan en mi, la miro, me mira y la puerta se abre. Es un juego visual o lo que fuese pero mientras esta entrada se abre, las piernas de esta dama se abren, el calor se hace inmenso y las voces pasan a ser gritos, estos pasan a ser gemidos pero no hay dolor en su sonar, solo placer.
Veo un rejunte de brazos, piernas, manos, bocas. De pronto me siento libre, siento que puedo volar, que todo el peso que llevaba encima se esfumo y así fue, junto con mi ropa.
Mi rostro se siente caliente y no se si es por la vergüenza, el calor que liberan estos cuerpos al chocarse o es simplemente excitación. De pronto mis ojos se posan en la mujer de la puerta ahora en carne y hueso tirada sobre el piso, la miro, me mira, nuevamente abre sus piernas llamándome con un sensual gesto de dedos. Me acerco con miedo pero varias manos me lo arrebatan, junto con la vergüenza de mi desnudez, me acarician donde no deberían pero me gusta, no deseo que paren y se que no lo harán.
La mujer de madera lleva sus dedos a su cuerpo y se que es otro gesto para que me acerque, acaricia sus pechos, muerde sus labios, los baja por su vientre, rodeada su obligo, acaricia su leve vello púbico y se pierden en un gemido. Me arrodillo frente a ella y siento su labios húmedos, los acaricio mientras ella me ve. Nuestro beso es apasionado no me niega cuando introduzco mi lengua, mientras la beso y esos ojos, esos ojos llenos de excitación me provocan mas. Otros labios se acercan a mi y no les importa donde estuvo posada mi boca antes, me toma del pelo besándome con fuerza, sus dedos rodean mi cuello mientras que otros toman mi cintura, mi abdomen, mis piernas. Son manos fuertes, delicadas, grandes, pequeñas. Estas me arrojan al suelo, sus labios mordisquean mi cuello, mi pecho, mi vientre y siento como la excitación invade mi miembro. Las manos lo rodean, los labios lo besan y no logro resistir expresar el placer que siento, largo un gemido detrás de otro. La mujer de madera esta parada junto a mi, le gusta lo que ve. Le gusta que sus esclavos me estén llenado de placer, le gusta ver como no paro de sentir placer en mi cuerpo pero ella quiere jugar, no quiere quedarse afuera.
Se sienta en mis piernas mientras roza mi miembro entre sus labios. Se mueve levemente hacia arriba y abajo, de pronto se sumerge en el. Ni ella, ni yo logramos resistir el gemido, se apoya en mis pecho y yo tomo los suyos, los aprieto entre mis manos, los acaricio. Ella gime, yo lo hago hasta que un miembro erecto hace que me calle, lo rodeo con mis labios y llena mi boca, otro llena la de ella.
Unas manos rodean mi trasero, lo acarician y unos dedos juegan en el. Cierro mis ojos e intento gemir pero el miembro ajeno sigue llenando mi boca cada vez mas profundamente, de a poco me acostumbro al movimiento dentro de mi dejándome llevar.
De pronto siento el cuerpo de la mujer de madera debajo mio. Siento como me hundo en ella, como toma mi trasero y le hace lugar a otro miembro para que yo sienta lo que ella. Como me besa para que dentro de su boca deje escapar los suspiros y estos se pierden dentro, como yo en ella, como el otro en mi. Los movimientos de los tres se hacen mas rápidos, mas profundos.
Mis piernas tiemblan y se que pronto llegare a mi limite. La mujer de madera me ve a los ojos y me da permiso de llegar, y que sea dentro de ella pero no solo me autoriza a mi, lo hace al otro para que lo hago dentro de mi. Los movimientos se apresuran, toman velocidad y profundizan, la habitación aumenta la temperatura y guardan todos los gemidos.
Al abrir los ojos siento como mi cuerpo es envuelto con la misma sensación de la alfombra en mis pies pero ahora estoy desnudo, todos duermen y algunas cabezas descansan en mi vientre y pecho.
Veo la puerta y la mujer de madera me ve pero esta gran madera se va cerrando, me indica que este es mi lugar, que jamás me iré de este placer. Es como el infierno pero aquí disfrutas, siempre. Esto, esto es el interior de ella, donde todos los tabúes y miedos no existen, donde uno vive como quiere. Este infierno me gusta.
viernes, 13 de mayo de 2016
Fic "Beatiful Disaster"
jueves, 12 de mayo de 2016
Eugénie: Sacrificio.
miércoles, 2 de marzo de 2016
Egoismo
Nunca creí en aquello de una vida después de esta. Siempre tuve en mente que una vez que muera, todo seria negro... Con suerte habrá un cielo, un infierno o un limbo.
Ahora solo me queda rogarle a Dios poder enamorarme de ti en mi próxima vida, si, a partir de ahora creeré con todas mis fuerzas que habrá otra, para ver si se cumple.
Siento pena por esas almas que solo han amado a una sola persona en sus vidas. Si, no voy a negar que no sea lindo el compartir una vida con una sola persona, pero... ¿Realmente es el amor de sus vidas? Digo, quizás les va bien, les es cómodo el estar con esa persona y por miedo a perder todo eso, siguen. Por miedo a quedarse solas.
Quiero mirar el cielo y pensar que me escuchas si te hablo, así como de niños le hablamos a nuestro ángel de la guarda para que nos cuide. Quiero que sientas desde arriba como late mi corazón al recordarte.
Hay una gran diferencia entre seguir adelante y olvidarte. No puedo quedar estancado toda mi vida en un amor pero puedo llevarlo siempre conmigo, porque te he buscado por distintos lugares y cada vez que recorra estas calles me recordare a mi corriendo mientras te buscaba con la mirada y el corazón.
Ya es tarde y la noche cayo sobre mi, miro hacia arriba viendo el oscuro color del cielo, y como las nubes se extienden sobre este de manera irregular, no son totalmente blancas, tienen una mezcla de azul, rojo y un poco de blanco salteado por aquí y allá. Y me pierdo e intento encontrarte en ese cielo, busco por todo este gran espacio, solo logro encontrar una sola estrella que brilla sobre mi perdiéndose en lo oscuro, en lo claro, en lo vivo y muerte de este inmenso cielo. Sigo sin encontrar respuesta sobre si me escucharas, si sabrás lo que he intentado hacer para encontrarte y liberar todo mi interior. ¿Podrás darme alguna respuesta desde donde estas?
Necesito saber que es lo ultimo que pensaste sobre mi, el ultimo pensamiento que me dedicaste, creo que soy egoísta en pensar solo en mi ahora que te has ido, ni me he detenido en pensar en lo que pasaste al irte. Soy tan idiota al pensar en que has pensado en mi en tus últimos momentos, en tus últimos días. Creo que fui lo suficiente idiota, egoísta e incluso mala persona al buscarte, debí dejarte disfrutar, y simplemente desaparecer para que puedas vivir con tranquilidad.
He cometido tantos errores, y el mayor fue pensar en mi, en vez de en ti.
El amor es egoísta, es duro. Aquí quedo para poder recordarte e intentar seguir adelante, mientras que tú has tenido que partir y espero que donde estés puedas ver y perdonar mi egoísmo pero fue todo por amor.
martes, 16 de febrero de 2016
Por mi
Veo los días pasar. El clima cambiar, las hojas caer, crecer, morir.
Todo, en si, sigue igual. Nada cambio, ni yo, ni tú. Bueno, tú si, ahora sonríes.
Aquella sonrisa que antes me regalabas. Que amaba, que amo.
Olvidaste todo, y a mi me matan los recuerdos. Quiero gritar todo lo que tengo dentro pero no tengo voz, no tengo fuerza.
Todo se ha ido contigo, he muerto.
No puedo ser tan estúpido, tan débil.
Las canciones toman sentido, las melodías me atormentan, las voces tristes me recuerdan que no estoy solo.
Tengo miedo de ver mi reflejo, no quiero ver en lo que la tristeza me convirtió.
Solo son excusas, tu partida no es lo que me hace daño. Soy yo, todo en lo que pienso, una mera excusa para poder llorar.
Necesito odiar, Pero... ¿De que sirve? Para nada, es solo otra excusa para sacar el malestar rompiendo cosas.
Podría estar horas hablando de lo que siento, de lo que vivo, de lo que me falta y tengo. Pero no es mi idea. Necesito salir, escapar de todo esto que construí. Dejar de buscar ayuda en los demás, que nadie sea mi baranda, mi puerta. Debo ser yo el fuerte, seguir caminando, saltar los malos ratos, ser feliz, sonreír... Pero cuesta...
Quiero ser feliz, y voy a ser feliz. Por mi cuenta, por mi.