martes, 10 de marzo de 2015

¿Y si te hago masajes?

Sentada en un cojín, con las piernas cruzadas como un faquir, mi Nini preguntaba a los niños que deseaban oír, alguien proponía el tema y ella improvisaba en menos de diez segundos”.



El cuaderno de Maya
Isabel Allende.



Le he dicho Sr. Tedesco, tengo las palabras justas para usted.





¿Y si te hago masajes?
No se… es una buena excusa para tocarte. Quizás luego pase a un abrazo que lleve a un beso que termine en otra cosa.
¿Y si te ayudo a soñar?
No se… acurrucarte en la cama, contarte un cuento y quizás sueñes conmigo.
¿Y si te canto una canción?
No se… practicar canto, cantarte y cada vez que escuches esa melodía me recuerdes con una sonrisa.
¿Y si vemos las estrellas?
No se… Para descubrir donde comienza y termina el gran, gigantesco y enorme firmamento solo como excusa de estar más tiempo contigo y ver si las estrellas nos dibujan un futuro juntos.
¿Me dejas soñar contigo?
Debo pedir disculpas, porque esto ya le he hecho sin tu permiso. Porque me duermo pensando en ti. Porque el extrañarte me produce el verte en mis sueños. Porque eres como mi chocolate, te deseo, te anhelo pero no deseo que se termine esto que tenemos. ¿Qué es? No lo sé, pero deseo descubrirlo, porque deseo explorarte, conocerte, quererte. Porque para lo único que te usare es para quererte. Solo te usare como mi peluche para dormir por las noches. Porque me podrás usar para descargar tus problemas. Quiero ser quien te ayude a superar tus miedos, quien te apoye a cumplir tus sueños. Porque deseo, ojala el cielo no permita lo que diré, que cuando este pequeño paraíso a tu lado se termine, sonría sin miedo y pueda decir: Te quise, no me arrepiento. Y que tú digas sin dudar “No me arrepiento de nada”. Dime, ¿Qué debo hacer para que ese corazón lata por mí? ¿Para qué suspires por mí? Iré de a poco, de a un paso a la vez. Un café con aroma a chocolate por las mañanas y una historia con un raro final por las noches.
¿Y si… no se… solo deseo mirar el cielo estrellado, recordar una canción y sonreír porque me haces feliz para así soñar contigo, un bello y hermoso sueño donde te beso, te abrazo, donde siempre estés a mi lado y no me sueltes.

¿Y si nos queremos?

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